Lo que trajo a Améscoa el tren Madrid-Irún. 1864
En 1826
se inaugura en el Reino Unido el primer ferrocarril del mundo, pero solo
destinado a transportar carbón. Cuatro años más tarde, 1830, se pone en marcha
la línea de viajeros entre Liverpool y Manchester.
En 1845
se promueve en Bilbao un proyecto de ferrocarril entre la frontera francesa de
Irún y Madrid, pasando por Bilbao. Pero la idea no sigue adelante por problemas
de financiación.
Diez
años después, en 1855, vuelve a surgir el tema, esta vez desde Madrid, y con
varios grupos económicos interesados. Y con dos posibles trayectos: el ya
citado de Bilbao y otro, propuesto por la diputación guipuzcoana, por Alsasua.
En 1856
queda todo decidido por Ley de 9/07 y la vía férrea irá por Miranda de Ebro,
Vitoria, Alsasua, Tolosa, San Sebastián, Irún. Y el proyecto se adjudica a
Crédito Mobiliario Español.
Esta decisión va a producir consecuencias muy importantes en esta zona de Navarra. La situación económica y demográfica de la Burunda, en la que Alsasua y Olazagutia pasaron de ser poblaciones agrícolas hasta transformarse en poblaciones industriales en años venideros. Y se van a provocar modificaciones históricas, políticas y culturales sustanciales igualmente.
Alsasua
mas Olazagutia sumaban en 1860 2220 habitantes. Mientras que Améscoa Alta y
Baja no andaban lejos, 2014 habitantes. Cifras para situarse.
En 1864 se inaugura la línea Madrid-Irún y la estación de Alsasua. En 1865 se abre el tramo hasta Irurzun y queda comunicada con Pamplona, Zaragoza y Barcelona.
En 1927 se decide la electrificación de la línea de ferrocarril Irún—Alsasua, que se inaugura el 7 de junio de 1929.
En los
años setenta Victoriano Echávarri (n. Artavia 1843-1909) que en el padrón de
Artavia consta como arriero, pero que tiene algunos dineros, se instala en
Olazagutia. Presta, hace negocios, compra casa y terrenos y monta un
aserradero.
La
empresa “Victoriano Echavarri”, se dedica a la explotación forestal y establece
un aserradero en el que produce tablas y tablones y traviesas para las vías
férreas.
Sus negocios, estos y otros varios que desarrolla, prosperan con éxito y el arriero de Artavia se convierte en un potentado.
Fallece
en 1909 y la titularidad de la empresa pasa a su viuda, Juana Martina
Mendiluce, pero muere esta en 1911 y queda al mando del negocio familiar su
primogénito varón, Juan Echávarri Mendiluce (1884-1937).
Según parece Juan Echávarri Mendiluce, aunque no hay certeza del año en que se produjo la adquisición, compra el Palacio de Urbasa a su propietario en 1915. Yo creo personalmente que la adquisición estaba ya hecha, aunque no hubiera aflorado, por Victoriano, su padre, y José de Saavedra, II Conde de Urbasa y Marqués de Viana, que tuvieron relación de amistad según Maeztu.
El palacio de Urbasa en ¿1910-1915? Foto de la colección Indalecio Ojanguren, GipuzkoaKultura Referencia AGG-GAO_OA06904
También
Victoriano Echávarri había echado un ojo a la posibilidad de construir una
central hidroeleéctrica aprovechando el caudal del Urederra en 1903.
Y con aquella bonanza de crecimiento en la Burunda, llegó Serapio Huici Lazcano, ingeniero de caminos (Villava, 1868-1953). Que vio factible, tras comprobar la calidad de los materiales disponibles en los montes cercanos a su posible emplazamiento, la fabricación de cemento "tipo Portland". Y fundó la empresa Cementos Portland en 1903.
Y adquiere, para alimentar de energía eléctrica la cementera, el derecho a construir una central hidroeléctrica en la surgencia del Urederra, en Baquedano, aunque la central se construyó en Zudaire.
Y en 1905 ya estaba terminada. Y el 21 de enero de 1906 se inauguró la luz eléctrica para Baquedano y Zudaire.
Y queda
por mencionar otro elemento que fue influenciado por todas estas
circunstancias: la carretera que debía dar acceso de Améscoa a Burunda.
En 1847
estaba ya fijado el trazado para la carretera de Estella a Olazagutia, pero
hasta 1876 no comenzó la obra y solo llegó a Baríndano. .
En 1879 había pugna entre Alsasua y Olazagutia, para que la carretera, al bajar de Urbasa, lo hiciera por una u otra localidad. Aunque quedó decidida la segunda opción, de nuevo las dificultades económicas de Diputación provocaron la paralización de las obras y el siglo terminaba con la carretera sin hacer.
En 1919 la Diputación foral, presionada por los ayuntamientos amescoanos y el de Olazagutia, mas la cementera y el aserradero de Echávarri, ordena la continuidad de las obras de la carretera.
Algo
que que aprovecha Juan Echávarri en 1920 para adquirir el derecho al
aprovechamiento de leña y madera de Urbasa, para un período de 15 años.
Y la
carretera se inaugurará finalmente en 1925.
Pero
como todos estos platos son excesivos para servirlos en un único menú, porque
cada uno de ellos tiene sus rincones oscuros, los separaré y baste hoy con lo
adelantado.
Ya iré
tratando por separado de cada uno de ellos con cierto detalle y procuraré arrojar alguna luz
sobre algún aspecto poco esclarecido.
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