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El apagón de los Álvarez de Eulate

El apagón de los Álvarez de  Eulate 

Ana María Álvarez de Eulate no pisó el Palacio

Palacio de Eulate a vista de pájaro. Foto de Manolo San Martín.

1698 (16/09). Martes a media noche murió D. Juan de Eulate (Álvarez de Eulate), Caballero de la Orden de Santiago, Dueño y Señor de los Palacios de Eulate, no recibió los Santos Sacramentos porque murió de repente , pero se confesó y comulgó domingo antecedente como tenía de costumbre confesarse y comulgarse de ocho a ocho días y fiestas pricipales del año , principalmente de Nuestra Señora.

A su cuerpo se le dio tierra miércoles inmediato a la nochecer, cumplidas veinte y cuatro horas . El entierro (se refiere al funeral) se le hizo a los siete días del mes de octubre. Honras y Cabo de Año los dos inmediatos días.

A su entierro fueron convocados todos los Señores Sacerdotes de esta Valle de Amescua la Alta y la Baja.

Doña Teresa de Alaiza, su mujer, mandó decir luego las cuarenta y siete misas de San Gregorio y San Vicente Ferrer por la ánima de su marido y mandó también decir más cien misas, las cincuenta cantadas y las otras cincuenta rezadas por los sacerdotes de este sobredicho lugar y para que conste. Firma D. Fermin Ochoa de Baquedano"

 

Había nacido el 1 de abril de 1643, por lo que contaba con 55 años. Era hijo de Juan Álvarez de Eulate y Albizu y  de Catalina Ruiz de Luzuriaga y González de Rozas. No está claro si nació en Salvatierra o en Eulate, pero sí que fue bautizado en Eulate, donde lo más probable es que naciera.

Yo creo que su padre falleció en 1652, con cuarenta años, viviendo todavía su abuelo, Don Juan, el que fue Gobernador de Nuevo México, que murió en 1655.

Este Don Juan[1] del que tratamos y del que muy poco se sabe, tenemos noticia de que ingresó en la Orden de Santiago a edad temprana, pero que casó a edad tardía, para lo que era usual en los Álvarez de Eulate.

Contrajo matrimonio en Álava con María Teresa Fernández de Alaiza y García de Zuazo en 1684, ya con cuarenta años cumplidos. Y del matrimonio nacieron, casi cinco años después de celebrado este, en Salvatierra, dos hijos y una hija, cuando él ya tenía entre 47 y 52 años.

He mencionado esto porque sus hijos, en el momento de su fallecimiento tenían 8, 5 y 3 años de edad respectivamente. Obviamente, la familia, que no vivía habitualmente en el palacio de Eulate, retornó a Salvatierra, su residencia habitual. Con ello, el palacio, dejó de habitarse por los Álvarez de Eulate incluso ocasionalmente.

 

Diré, como anécdota, que tras la prematura muerte del Álvarez de Eulate que se titulaba Señor del Palacio, quedaban aún dos más portadores de ese apellido avecindados en Améscoa.

Seis meses después fallecía uno de ellos, Don Gonzalo Álvarez de Eulate, tío del citado anteriormente. En concreto, el día 13 de marzo de 1699, “después de haber recibido los Santos Sacramentos de Penitencia, Eucaristía y Extremaunción, Comisario del Santo Oficio y Abad del lugar de San Martín. Testó ante Esteban de Segura, Escribano Real, a favor de su sobrino Don Juan de Eulate[2] y en su falta, a favor del dueño que fuere de los palacios de este lugar de Eulate.

Dispuso que su cuerpo fuese enterrado en la sepultura del Palacio de este lugar en la parroquia de San Martín, que se la dijesen 300 misas por los sacerdotes de este lugar con la limosna de a 2 Reales y que a su entierro se llamasen los cabildos de los valles de Amescua Alta y Baja, que se llevase el pan añal y se le hiciese el Noveno de la Cruz. Todo lo cual cumplió Doña Teresa de Alaiza, viuda de Don Juan de Eulate y Tutora y Curadora de sus hijos, dueños de los palacios de este lugar.Firma: D. Fermin Ochoa de Baquedano.

 

 Quedaba una sola persona con ese apellido en Améscoa, también avecindada en Eulate.

Y era familia del anterior, concretamente era hija de Don Gonzalo Álvarez de Eulate, el Abad o Párroco de San Martín de Améscoa Baja, también vecino de Eulate. 

Y esta es la pequeña historia de Gonzalo y de su hija Ana María.

Gonzalo nació en 1614, hijo de Juan de Eulate (Álvarez de Eulate) y María de Albizu. El primer hijo, Juan, nacido en 1612 sería Señor de los Palacios y aprendería el arte de la guerra. El segundo, a la Iglesia. Las hijas a casarlas bien. Y los demás a ver venir.

El caso es que el 23 de septiembre de 1639 bautizaba Don Diego de Albizu, párroco de Eulate, a una niña y escribía: Ana María de Eulate, hija natural según he sido informado y asegurado de Don Gonzalo de Eulate y Catelina Díaz de Jáuregui, mis feligreses, personas libres. Abuelos paternos: El Gobernador Don Joan de Eulate y Doña María de Albizu, Dueños del Palacio del dicho lugar de Eulate. Abuelos maternos: Joan y Catelina Ruiz de Larramendi. Padrinos: Joan Ibáñez de Ursua y Margarita Ochoa de Baquedano. Bautiza: Don Diego de Albizu”. Algo que hace bajo su criterio y que no debió gustar a Don Gonzalo y lo digo por la resistencia que pone luego a que quede clara su paternidad en los Libros Parroquiales.

En 1659, Don Gonzalo de Eulate, casa en la iglesia de Eulate, el 18 de Enero, a su hija Ana María con Diego Díaz de Jáuregui. Y en la inscripción del matrimonio eclesiástico no cita los padres ni los abuelos, como es preceptivo, de ninguno de los dos contrayentes. Ana María tiene 19 años.

         Imagen de  Don Gonzalo con su hija Ana María y su futuro marido, Diego Díaz de Jáuregui (1659). Elaborada con ayuda de Gemini.

Da a luz una hija, a la que nombran Ana María en noviembre de ese año, a los veinte de edad. En 1663, tiene otra hija a la que pone por nombre Teresa. Le bautiza su padre, Don Gonzalo, que sigue sin poner en la partida de Bautismo el nombre de los abuelos, ya que es él uno de ellos.  

En 1667, Ana María da a luz un niño, Juan, y por primera vez se puede leer en la partida de bautismo quién es su padre, algo que era de todos conocido. Gonzalo tiene que esperar a pasar de cincuenta años y a que su hija pase de veintisiete para escribir algo que es público y notorio. En 1670, tiene una hija María Ángel. En 1673, tiene otra hija, Cathelina.

El 18 de enero de 1703 fallecía Ana María Álvarez de Eulate Díaz de Jáuregui, “de enfermedad natural”.

Poco natural me parece para una mujer morir a los 64 años, pero no me la imagino con una niñez muy feliz siendo “la hija del cura”, que además era el hermano del palaciano y por los desplantes que hizo en los apuntes de los libros parroquiales, me imagino las atenciones que tendría para con la madre de su hija y con su hija. 

Parece que reservó sus energías para blindarse con 300 misas por lo que pudiera pasar en el más allá. Y entre tanto vivió 85 años, 20 más que su hija.

Y Ana María, apagó con su fallecimiento el apellido Álvarez de Eulate en Améscoa, que quizá no hubiera llevado de no imponerse el criterio de D. Diego de Albizu que asentó su nacimiento según había sido informado y asegurado.

Amén.  

 


[1] Todos los primogénitos de los Eulate/Álvarez de Eulate eran bautizados como Joan/Juan. Y de entre ellos el que alcanzó cierto brillo fue el nombrado Gobernador de Nuevo México. Tiene una biografía rica que puede encontrarse fácilmente en Internet.

[2] Es el fallecido ya citado anteriormente y el testamento había sido hecho con anterioridad.



Nunca más el odio en Améscoa

Nunca más el odio en Améscoa 



Hoy nos escandalizamos por crímenes de odio que vemos en directo en nuestras pantallas de televisión en muchas zonas del mundo. Los que los cometen no son extraterrestres.

El odio se fabrica imputando males o problemas a determinados grupos étnicos, religiosos, políticos o ideológicos y llegando a convencer de que la mejor forma de evitar esos problemas es su alejamiento, su expulsión, su aislamiento o su exterminio físico.

Eso puede pasar a pequeña, media o gran escala. No me voy a extender porque esto es un blog, no un tratado sobre el tema. Pero como la historia de los pueblos es «madre y maestra», nos serviremos una ración local como ejemplo.  

Aquí también tuvimos asesinatos de odio, concretamente seis, entre el 7 y el 14 de septiembre de 1936.

Y no, no murieron en la guerra. Murieron en retaguardia, en ausencia de acciones armadas y de resistencia. Y el daño no lo infligieron unos malvados venidos de fuera, no hizo falta. Para arrebatar vidas o dañarlas bastó con informes que salieron de ayuntamientos, de sacristías, de cuartelillos y de cocinas de vecinos. Y con unos cuantos exaltados locales. 

Y aquí están los restos de las víctimas, donde los mataron, como un aviso a navegantes de los riesgos derivados de la adicción al odio.

Pero, aunque los acusaban de “rojos“ y consideraban que no merecían vivir, no fueron juzgados. Se les eliminó de un tiro en la nuca, de noche y en descampado. Se ocultaron sus cadáveres e incluso procuraron eliminarse sus restos. Se arrojaron perros vivos a la sima del Raso que dedvoraron los restos de los cadáveres. Se arrojó una granada de mano que no llegó a explotar.

Con paciencia y mucho trabajo, algo hemos podido saber de lo ocurrido. Lo conté en un libro. No de opiniones, sino de datos: "¿Qué hicimos aquí con el 36? La represión de civiles en retaguardia por su ideología en las Améscoas y Urbasa".

Pero como alguno tendrá pereza para leer, extraigo una pequeña muestra, solo, como he dicho, del 7 al 14 de septiembre de 1936:

 

Asesinados:

.- 7/09. (Lunes) Ramón López Álvarez (Cesures-Betanzos.A Coruña, 1887).

Vecino de Baquedano. Vendedor de fruta y marido de la maestra de niños. Padre de cuatro hijos.


Balbino Bados con un alumno en la escuela de Peralta.
Cedida por Josefina Campos Orduña 

.- 7/09. (Lunes) Balbino Bados García (San Martín, 1907). Maestro de niños en Peralta, casado y con un hijo.

Fundador y miembro activo de la UGT de Améscoa Baja y más tarde activo en Peralta.

Detenido y asesinado de un tiro tiro de arma corta en la frente. Su cadáver fue arrojado a la sima de El Raso de Urbasa.

 

Balbino García de Albizu. Foto de archivo propio.

.- 7/09. (Lunes) Balbino García de Albizu Usarbarrena (Eulate, 1877).

Guarda forestal contratado por la Junta del Monte Limitaciones desde 1915. Casado. Ocho hijos (uno ya fallecido).

Miembro activo de UGT de Eulate. Destituido de su cargo tras el alzamiento. Detenido y asesinado de dos tiros de arma corta, uno en la nuca y otro en la frente. Su cadáver fue arrojado a la sima de El Raso de Urbasa.

 

Gregorio García. Foto cedida por su sobrina Elisa Berzal. 

.- 7/09. (Lunes) Gregorio García Larrambebere (Muneta, 1887).

Viudo, sin hijos. Vecino de Eulate. Tratante de carbón.

Concejal en el ayuntamiento de Eulate. Miembro destacado de la UGT local.

Detenido y asesinado de un único tiro de arma corta. Su cadáver fue arrojado a la sima de El Raso de Urbasa.

 

Julián Ortiz de Lazcano y su madre Pía González de Mataúco.
Fotos cedidas por Mari Luz Baquedano.

.- 11/09. (Viernes) Julián Ortiz de Lazcano González de Matauco (Contrasta, Álava, 1894).

Vecino de Ecala. Soltero. Vivía con su madre, su tía y una

hermana.

Propietario de tierras de labor.

Denunciado en su pueblo, detenido y conducido a la cárcel de Alsasua y una semana después fue llevado a la sima del Dos (hoy sima de Otsoportillo), asesinado y arrojado su cadáver a la sima.

 

Teófilo Echarri Gil. Foto facilitada por su hija Milagros Echarri.

.- 14/09. (Lunes) Teófilo Echarri Gil (Artavia, 1901). Vecino de Artavia. Casado con cuatro hijos.

Simpatizante del Partido Nacionalista Vasco. Avisado de que iban a detenerle, huyó hacia Améscoa. Visto cerca de Aranarache por un vecino, fue denunciado y asesinado por unos irregulares que acudieron a la llamada.

 

No hay antídoto total contra el odio, pero el conocimiento y la cultura producen buenos efectos y protegen del contagio. Y ayudan a conseguir tolerancia y respeto, imprescindibles para la convivencia.

Y este blog, trata de divulgar cultura propia y hacerlo de forma objetiva, sin forofadas, sin triunfalismos, sin pretensiones de ser más guapos que nadie, con autocrítica.

Quizá por eso, de vez en cuando escuece un poco.



El amescoano que construyó el palacio de Olite

 El amescoano que construyó el palacio de Olite

Simulación de un óleo representando el palacio primitivo. Diseño propio.

El palacio cuyos quince años de obra dirigió Martín Pérez de Eulate no solo resultó, al decir de los expertos de la época, uno de los más bellos de Europa en su tiempo, sino que cabe adjudicarle un valor digno de resaltar hoy.

El de haber reunido y coordinado en su construcción a artistas y artesanos procedentes de diferentes reinos europeos y de distintas lenguas y credos (judíos y musulmanes entre ellos), bajo una dirección única que se consideró ejemplar.

Hoy sería casi increíble y de ahí que sea más la figura de la persona que la del palacio la que he querido traer aquí. 

El 30 de septiembre de 1434 fallecía en Estella Martín Pérez de Eulate, que fue durante 45 años, Mazonero Mayor de Navarra y bajo cuya dirección se construyó el Palacio de Olite por encomienda del rey Carlos III entre los años 1399-1415.

Martín era natural de Eulate y poco sabemos de sus primeros años, que transcurrieron a mediados del siglo XIV, salvo que era descendiente legítimo del palacio y solar de los Eulate en el lugar del mismo nombre. Quizá esto sólo fuera una exageración destinada a ennoblecer sus orígenes y su apellido, algo bien visto una vez que accedió a puestos relevantes en la corte navarra.

Se documenta como ascendiente suyo a Diego Sánchez de Eulate, caballero y señor del palacio. Teniendo en cuenta los mecanismos de formación de los apellidos, vigentes en la época, Martín fue conocido primeramente como Périz de Eulate, cuando desempeñaba su profesión en Estella, pero se transmutó en Périz de Estella cuando entró al servicio de los monarcas navarros.

Fue concretamente Carlos III quien le contrató, como Maestro Mayor de la Mazonería, para la gran ampliación que pretendía llevar a cabo a partir del palacio viejo de Olite. Y de 15/06/1389 data el nombramiento de Martín como Maestro de sus obras de mazonería en todo el reino. Mazonería es una expresión que describe las obras de construcción «de cal y canto» y tiene su origen el vocablo francés maçon, albañil.

El comienzo de las obras del nuevo palacio se sitúa en 1399 y dice Jimeno Jurío que, «al iniciarse las obras de construcción del palacio olitense, Martín Périz pasó a ser el director y verdadero artífice de los trabajos de cantería». Y añade que, a tal fin, «tenía montada en Olite una fragua para confeccionar y reparar la herramienta necesaria: barras, cuñas, picos, martillos y punteros». En la nómina de tapiadores que trabajaban en Olite, se citan otros dos paisanos de Périz de Eulate: Johan y Pero Ibáñez de Eulate.

Representación de tareas desarrolladas en la construcción del palacio.
Dibujo realizado en colaboración con Gemini.

Para enriquecer la calidad de la obra a realizar y tomar referencias, Martín acompañó a Carlos III en la visita de diversos palacios franceses.

En esas fechas, Martín había casado ya con Toda Sánchez de Yarza y el matrimonio tuvo al menos dos hijos y una hija.

En 1415 se concluyen las obras del palacio de Olite y de forma casi obligada, porque Carlos III quería celebrar allí las bodas de uno de sus seis hijos bastardos. Concretamente Godofredo, habido en 1394 de una mujer de nombre Teresa.

En el año 1427 es confirmado en su cargo de Mazonero Mayor del Reino por la Reina Blanca de Navarra.

Aunque su mayor actividad estuvo centrada en el palacio real de Olite, participó en el proyecto de construcción del palacio real de Tafalla, además de otras obras que ejecutaba por contrata. Dirigió las reparaciones del castillo de Cáseda y de las fortificaciones de Leiza y Aguilar de Codés. Más tarde, intervino en las obras del palacio de Arazuri y del castillo de Estella.

Su primogénito tuvo por nombre Lope y por apellido, tal como se producía en la época, el patronímico correspondiente, Martínez (por ser Martín el nombre de su padre), y quedó en Lope Martínez de Eulate. Fue letrado y, más tarde, consejero y fiscal del Rey, y casó con Johana López de Sarasa.

Hijo de este fue Juan López de Eulate. Y de Juan, lo fue Mosén Lope Velaz de Eulate y a partir de aquí se empieza a transmitir el apellido Velaz de Eulate.


Tras la conquista de Navarra y perdido su caràcter de residencia real, cayó progresivamente en el descuido, luego en el desmantelamiento y por fin en el expolio. Acabó siendo utilizado como almacén militar, sufrió un incendio y fue destruido deliberadamente por Espoz y Mina durante la Guerra de la Independencia a fin de evitar que fuera utilizado por el ejército francés.

      En 1925 fue declarado Monumento nacional  y en 1937 se              inició su reconstrucción, que no se ha dado por terminada.

Vista de conjunto a finales del siglo XX. Foto de archivo propio.




Ziza hori, seta de verano regalo del hayedo

Ziza hori, seta de verano regalo del hayedo

Grupo de ziza horis en el hayedo. Foto de archivo propio 

   He visto hoy en el periódico que el miércoles se vendieron ziza horis en el mercado de Ordizia. Que hubo 47 Kg y que el precio estuvo entre 20-22 €. No sé qué aspecto tendrían, pero sí tengo claro que desde que dejamos de recoger nosotros este seta (en Améscoa y Urbasa) no hemos vuelto a ver ejemplares ni parecidos.

  Y no es por presumir, pero todo lo que hemos visto a la venta, está bastante escuálido, eso significa que quizá la recogida es poco selectiva y se hace prematuramente, antes de que los ejemplares alcancen un tamaño adecuado. La justificación que dan todos los recolectores, para posventa o para consumo propio, es que “si no lo recojo yo, lo recoge otro”. Con lo que se esquilman muchos setales. Pero es lo que hay.

La mención del periódico nos ha traido recuerdos y por qué no, hablaremos de esta seta en este blog, aunque no de los lugares donde la recogíamos.

Arantza y yo empezamos a recoger esta variedad en Améscoa en los años ochenta por varios motivos. Ella ya la conocía, porque se recolectaba y consumía en el caserío de su abuelo en Zegama. Además, no se agusanaba y se conservaba bien y era muy de verano en el hayedo, tiempo y lugar que nosotros frecuentábamos en vacaciones.   

  Y también, porque era y es, poco apreciada en Améscoa. Creo recordar que solo oí mencionarla a una persona. Si no recuerdo mal, fue Celso Sáenz de Jáuregui, de Artaza, y me dijo que ellos, se refería a su familia, les llamaban chichetas. Si me equivoco y lee esto, ya me corregirá.

  También las conocía y conoce muy bien Maitere Mujika, pero ella es de Beasain, y vino con la lección aprendida.

Por otro lado, nosotros fuimos autodidactas en lo que a setas se refiere y empezamos por las que, conocidas y tenidas en cuenta las descripciones que se daban, no ofrecían dudas. Y galanpernas y ziza horis formaron parte de nuestras primeras cosechas, además de los tradicionales champiñones.

 

Nombre de la seta

Además de Ziza hori = Seta amarilla, es llamada Rebozuelo. Y el nombre botánico es Cantharellus cibarius.

 

Características

Su carne es prieta  y agradable al dente. No se agusana, ni es consumida por limacos o caracoles.

Su color, bastante homogéneo en toda la seta, puede variar entre el amarillo pálido y el naranja, pasando por el amarillo dorado.

Las láminas no son tales sino nervaduras no uniformes que arrancan de distintos puntos del pie y llegan hasta el borde del sombrero y se enrollan allí.

Ziza horis en el hayedo y empezadas a cortar. Fotos de archivo propio.

El sombrero tiene forma de pequeña copa abierta con los bordes vueltos.

El pie es corto y puede hacerse grueso si el ejemplar ha salido libremente a la luz. Con frecuencia debe abrirse paso en un suelo cubierto de hojarasca y pequeñas ramas, que le hacen emerger con el sombrero ya roto por la resistencia de los obstáculos encontrados. 


Temporada y lugar


Arantza recoge una ziza hori. Foto de archivo propio.

Según los micólogos forma simbiosis con muchos tipos de árboles y crece en bosques muy variados de Europa y América, lo que le ha abierto las puertas de las cocinas de ambos continentes.

Ignoro si su fama y su popularidad, han provocado recolecciones intensivas y han obligado a la declaración de esta seta como “especialmente protegida” en Alemania y Austria y han establecido límites a su recogida (Nota de Wikipedia).

Al margen de lo dicho, me ceñiré a nuestra experiencia y diré que las hemos recogido solo en verano, solo en el hayedo y solo tras precipitaciones capaces de penetrar en el suelo bajo las hayas, algo que no es fácil, dada la frondosa cubierta que estas proporcionan. Que es doble, con hojas vivas en sus ramas y con hojas muertas que alfombran el suelo.

Parajes de recogida de ziza horis. Fotos de archivo propio.

Y se requiere algo más: que llegue hasta ese punto y durante un tiempo suficiente, pero no excesivo, el sol. Y esa rica mezcla hará brotar el oro de la ziza hori. 

Racimo de ziza horis entre la hojarasca. Foto de archivo propio.

  Frecuencia de crecimiento

La ziza hori es descrita como “común”, algo que nuestra experiencia no confirma en el territorio del que hablamos en este blog. No la hemos visto nunca llegar hasta el final del verano. De otros lugares ya hablarán los que tengan allí experiencia.

Por otro lado, la falta de lluvia inhabilita su aparición de forma absoluta y, sin haberla buscado, no hemos llegado a verla en todo un verano de recorridos por la zona en que se ha dado esa circunstancia o se ha estado cerca.

Y a la contra, se da con abundancia con situaciones alternas de lluvia y sol, sin que se requieran excesos pluviométricos. Más bien lluvias medias y soles no excesivos en alternancia.

 

Comestibilidad

Las opiniones sobre su calidad gustativa son muy diversas. Nuestros autores de cabecera, Andrés Buesa y José María Busca Isusi, de hace más de medio siglo, la consideraban como “comestible” simplemente. En cambio, Manuel Toharia, en «El libro de las setas» (1985), la califica “como una de las setas comestibles más exquisitas”.  

El hecho es que este pasado miércoles estaba la ziza hori en el mercado de Ordizia junto a los hongos y a los gorringos (Amanita caesarea).

Y es un hecho también, y me repito, que se recoge y consume en Europa y América.


Una receta:

Lo primero, procede limpiarlas bien. Se corta la raíz y se desecha.

Limpieza fácil de las ziza horis. Foto de archivo propio.

Con un cepillo o pincel, se quita la tierra o trozos de hojas que puedan tener. Es fácil, porque las nervaduras están bastante separadas. Nunca poner al grifo. 

  Los pies y sombreros se parten en trozos pequeños, también sin problemas porque la seta es de carne bastante prieta. 

Receta fácil de ziza horis. Fotos de archivo propio.

  Ponemos aceite un poco abundante en una sartén o tartera y hacemos un sofrito con cebolla, lentamente, para que la cebolla se caramelice. 

Cuando esté la cebolla un poco blanda, subimos el fuego y echamos las ziza horis al sofrito y las dejamos que se vayan haciendo, añadimos la sal y un poco de pimienta.

Estas setas tienen bastante sabor y una textura un poco tiesa, por eso no hay que pretender que estén del todo blandas. El sabor nos dirá cuando están hechas.

Una vez que estén hechas, se puede hacer con ellas un revuelto, o pueden servir de acompañamiento a carnes o huevos. Quedan muy bien acompañando a la pasta cocida y removiéndolas conjuntamente.



La guadaña también se jubila en Améscoa

 La guadaña también se jubila en Améscoa

Campesino con guadaña (siglo XIX). 
Dibujo elaborado con ayuda de Gemini.

Definición: La guadaña es, desde su época primitiva, una vara larga de madera que lleva enganchada en un extremo una hoja de acero curva y afilada que se hace deslizar, próxima al suelo para cortar hierba o plantas. Ese efecto se consigue, mediante el esfuerzo de ambas manos accionando sobre dos agarres enclavados en la vara principal que imprimen un movimiento de barrido a la hoja.

 Desde la más remota prehistoria el ser humano precisa herramientas de corte para hacer viable su alimentación. Pero empieza a acercarse a la que da título a esta entrada cuando se inicia en la agricultura, aunque da preferencia a útiles similares a la hoz, con manejo a una mano, en todas las culturas conocidas.

No obstante, herramientas muy similares a la guadaña pueden verse en pinturas rupestres del Neolítico en Noruega y se cree fueron usadas hace 5.000 años en zonas de cultivo de cereales situadas en la actual Ucrania. 

No fueron de uso común por las civilizaciones griegas y romanas, que dieron preferencia a la hoz. Y hasta entrada la Edad Media no se extiende su uso en Europa, más para hierba a fin de disponer de heno en el invierno para el ganado, que para el cereal. Pero su utilización se fue ampliando rápidamente a trigo, cebada y centeno, por criterios de ergonomía y de rendimiento.

Campesino medieval con guadaña. Imagen elaborada con ayuda de Gemini.

Y en la Edad Moderna, además de ampliarse su uso a toda Europa, los colonizadores europeos extendieron su uso a todos los países en los que se establecieron y en las plantaciones que iniciaron o reconvirtieron y en las que pudieron ser de utilidad.  

Acompañó a todas las habilitaciones de pastizales en nuevas tierras en unos casos y a las cosechas de cereales de nueva introducción en zonas de América, Oceanía, África y en menor medida en Asia (por su nula utilidad en los cultivos de arroz).

De esta extensión geográfica del uso de la guadaña y de la variedad de aplicaciones y cultivos en los que se aplicó se derivaron diferentes modelos y medidas. Y se fundaron empresas especializadas en su fabricación y se le añadieron a la guadaña básica diferentes aditamentos mecánicos que contribuyeron a mejorar su rendimiento en determinadas condiciones de trabajo.

Guadaña del siglo XIX con vara de madera, elementos de agarre fijos y hoja larga. Imagen elaborada con ayuda de Gemini.
Guadaña del siglo XX con vara metálica, un agarre móvil y hoja corta. Foto cedida por Patxi Ruiz de Larramendi.  

Pero llegada la Revolución Industrial comienza su declinar. La mecanización agraria se fue imponiendo en las grandes extensiones cultivadas. Se inició con las segadoras movidas por tracción animal y más tarde por las segadoras motorizadas de diferentes dimensiones, destinadas a las funciones de siega, cosecha o desbroce a diferentes escalas.

Y desde el cuidado del césped hasta las grandes tareas de desbrozado, la motorización por combustible o por electricidad ha ido jubilando a la guadaña de la casi totalidad de sus aplicaciones.

Cosechadora moderna. Foto cedida por Gemini. 

Su uso ha quedado reducido a aplicaciones puntuales las que resultaría desmedido utilizar medios avanzados. No obstante, sigue habiendo zonas rurales de cultivo en países en desarrollo e incluso desarrollados, en que, por su dimensión, orografía y/o alejamiento, la guadaña se mantiene imprescindible como aquellos viejos jubilados a los que en ciertas ocasiones es necesario recurrir.

Y hay una filosofía de algunos pequeños agricultores que optan por los sistemas tradicionales y mantienen los útiles antiguos.

También ha sido conservado como manifestación cultural en forma de deporte rural.

Y de antiguo viene su vinculación con la Muerte en el sentido de segar la Vida y así ha sido representada en numerosas obras pictóricas, en la literatura, en el cine, en los naipes y en numerosos emblemas. 

La guadaña como símbolo de segar la vida a partir de la epidemia de peste del siglo XVI.
Imagen elaborada con ayuda de Gemini.
 

Ver mariposas en Améscoa: De Lizarrosta a Igarate

Ver mariposas en Améscoa: De Lizarrosta a Igarate


Mariposa Papilio machaon sobre Arctium lappa L. (Lampazo) en Igarate. Foto de archivo propio.

    He leído hace poco un titular algo alarmante:

El mundo se queda sin mariposas

Y explica a continuación que tanto en Estados Unidos como en Europa, que es donde se realizan controles, se obtienen esas conclusiones: nos estamos quedando sin mariposas.

          .- Pues bueno, dirán algunos, Y qué.

Y me acordé de las “andadas”, más que paseos, que nos dábamos Arantza y yo, por el lugar donde más y más variadas especies de mariposas hemos visto. Y pensé que los ignorantes en una materia nos admiramos por poca cosa y quizá no era para tanto. Y para comprobarlo he recurrido a los recuerdos subjetivos (los que quedan en la mente) y objetivos (los que quedan en las imágenes guardadas). Y he recurrido también a las opiniones de los expertos.

Mariposas diurnas vistas en el recorrido citado. Fotos de archivo propio.

Empiezo por el final y es que realmente disminuye la población de mariposas en el “primer mundo”, el del alto nivel de renta del que formamos parte. Y también es cierto que eso es grave, porque son parte de los insectos polinizadores, imprescindibles para la continuidad de toda clase de cultivos y de reproducción de plantas y flores.

Aunque son abejas y abejorros los que lideran esa función, las mariposas les siguen y les superan en ciertos aspectos porque cubren distancias mucho más largas en sus desplazamientos. Y por esa misma movilidad, pueden conectar plantas de diversas variedades genéticas.

Polinizadores varios: Abejas, abejorros, moscones, mariposas, etc. Fotos de archivo propio.

Tras leer esto, vi también que se había creado en España una asociación, Zerynthia (Asociación Española para la Protección de las Mariposas y su Medio), para el estudio, conservación y divulgación de la función de estos insectos, los lepidópteros.

Mariposas diurnas vistas en el recorrido citado. Fotos de archivo propio.

Y me enteré de más cosas. Que se había establecido una microrreserva de mariposas en Lapoblación-Meano, en esta Merindad de Estella.

Tras enterarme de todo esto, confieso que, con mucho retraso, decidí escribir sobre el tema en el blog para participar en esa divulgación. Y lo hago porque considero que hay un recorrido, en el Monte Limitaciones de Améscoa, que está, actualmente, muy bien dotado, para la observación de esta especie de insectos.

Mapa de referencia para localizar la zona que menciono. Más que suficiente para los nativos, y para los foráneos con este mapa y el Mapa "URBASA" de Javier Echeverría no hay posibilidad de confusión. 

Al menos, para los simples aficionados a la naturaleza como nosotros, sin mayores saberes previos ni diplomas, sin prisas por hacer kilómetros y machacarse y con ganas de saber un poco más de su tierra antes de ir a conocer mundos exóticos.

El tramo que propongo como interesante para la observación es desde el bojedo de  Lizarrosta hasta la entrada de Igarate y vuelta, sin salir de la pista principal. En julio/agosto, a partir de las 11:00’ a.m. con cielo despejado, y mejor en día laborable. 

Y antes, para no caer de bruces en el tema, haré una breve presentación.

No está de más decir que las mariposas diurnas son los únicos insectos que no tienen mala prensa. Quizá porque su curriculum es impecable. Son más o menos hermosos, no son invasivos, no atacan, no son depredadores de otras especies, no causan daños en cultivos, no pican, no producen alergias y no transmiten enfermedad alguna. Además, realizan una importante función polinizadora.

En total se estima que existen más de 25.000 variedades de mariposas, presentes en todo el planeta excepto en la Antártida. Pero la mayor parte de ellas están en países tropicales.

En España concretamente, no llegan a 300 las mariposas diurnas catalogadas.   

Las mariposas adultas tienen dos pares de alas, insertadas en la parte anterior del cuerpo o tórax. Donde también se insertan tres pares de patas, reducidas a dos pares en algunos casos, por pérdida del par delantero.

Dibujo de mariposa libando hecho con ayuda de Gemini

En la cabeza se encuentran los ojos compuestos, las antenas, los palpos y la espiritrompa enrollable para absorber el néctar de las flores y alimentarse. Y el largo abdomen, en el que se hallan los órganos que rigen el sistema respiratorio, circulatorio, digestivo y reproductor.

Su ciclo biológico se inicia en el apareamiento de macho y hembra y puesta de los huevos por esta sobre la planta que servirá de alimento. Del huevo saldrá la oruga que se convertirá en crisálida para devenir, finalmente, en mariposa.

Dibujo realizado en colaboración con Gemini.

    Su envergadura puede oscilar entre 2 y 10 cm. Su peso entre 0,3 y 1,0 gr. Y su longevidad, alcanzada la fase adulta, no alcanza los dos meses.

Raso de Igarate. A partir de aquí, hacia Lizarrosta, dirección Oeste, se halla el trazado recomendado. Foto de archivo propio.

Me permito recordar que la captura de mariposas no está permitida por ley ni el uso de cazamariposas, por lo que a los interesados se les recomienda, hoy por hoy, la caza fotográfica.