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Se hizo la luz sobre la prehistoria amescoana.1921

 Se hizo la luz sobre la prehistoria amescoana.1921

Imagen de J.M.Barandiaran y de fondo la entrada de la cámara
sepulcral del dolmen de Arteko Saro.



Entre junio y julio de 1921, J.M.Barandiaran, sacerdote y profesor ya en el seminario de Vitoria, convertido en experto prehistoriador con solo 31 años y habiendo formado equipo con T.Aranzadi y E.Eguren, pone los cimientos de lo que va a ser la Prehistoria de Urbasa y Améscoa.

Descubren, exploran, excavan, interpretan, analizan elementos constructivos, ajuares, dientes y huesos y exponen sus conclusiones en un informe modélico para nuestra cultura. 


Mapa de situación de los dólmenes descubiertos y explorados en 1921.
Realizado por Javier Echeverría.



Hace 35 años. Visita realizada en Ataun el 2 de julio de 1990.
De derecha a izquierda J.M.Barandiaran, L.Lapuente y B.García de Albizu

Por considerarlo de gran interés , solicité a la Fundación Barandiaran / Barandiaran Fundazioa, que nos autorizase a reproducir el informe en el tomo II de “Conociendo el pasado amescoano” y así lo hizo por lo que le quedamos agradecidos. 

Como esta entrada no tiene sino el carácter de efeméride, no prolongo su contenido y me limito a recomendar, a quien quiera saber más la lectura del informe citado. 


Para leer el informe:

ARANZADI, Telesforo; BARANDIARAN, Jose Miguel; EGUREN, Enrique (2010): «Exploración de seis dólmenes de la Sierra de Urbasa (Navarra)», en Conociendo el pasado amescoano, II, Iruña-Pamplona: Lamiñarra, pp. 13-56.













De cómo un hombre y un libro curaron la amnesia amescoana.


De cómo un hombre y un libro curaron la amnesia amescoana.


D. Luciano Lapuente y D. José Miguel Barandiaran (Ataun, 1990)

En  julio de 1990 se repetía un encuentro que tuvo un primer capítulo en 1969, entre dos hombres providenciales para la cultura vasca y amescoana. Sobre el sabio de Ataun, aunque tuve la fortuna de departir con él y recibir sus consejos en dos ocasiones, no tengo autoridad para añadir nada que no sea anécdota.

Pero sobre su alumno aventajado, Luciano Lapuente Martínez, algo puedo decir, desde la amistad y desde el conocimiento del trabajo realizado.

Si hablo de maestro y alumno es porque en 1969 Barandiaran decide crear el Atlas Etnográfico de Navarra y así va a nacer el proyecto Etniker. Y enrola a Lapuente en el trabajo, que no solo completará su parte (la correspondiente a Améscoa), sino que continuará su tarea de rastreo del pasado hasta donde le dieron de sí sus años y sus fuerzas, 1988.

Y el siguiente paso fue la publicación de todos sus trabajos, 1990, siempre relativos a los valles amescoanos y a su entorno inmediato, Urbasa y Lóquiz, para facilitar la divulgación entre nativos y foráneos de sus trabajos etnográficos e históricos.

Y lo cuento.