Talleres de sílex de Améscoa y Urbasa
Elementos del proceso: Nódulos, percutor, núcleo, piezas
Conocido ya el carácter
del sílex como material estratégico, el altiplano de Urbasa adquiere y suma un
nuevo atractivo. A sumar a la alternancia de arbolado, para la obtención de
madera y leña, y de rasos, donde cazar a los herbívoros que allí pastan.
Fuentes y manantiales en la zona sudoriental y condiciones climáticas favorables
en, al menos, un tercio del año. Todo ello invita a hacer la zona visitable y
habitable temporalmente y así parece haber ocurrido.
Y, en lo específicamente
referido al pedernal, los seres humanos extraen los nódulos de la larga veta
del norte de la sierra y los descortezan in situ para no cargar con excesivo
peso. Luego llevan núcleos de mayor o menor tamaño y habilitan talleres en
cualquier lugar. Generalmente próximos a puntos de agua y algo elevados, si
posible, desde donde ver los movimientos de los herbívoros que acuden a beber.
Disponen de percutores
de piedra y madera para la talla del sílex y van mejorando esas técnicas y
consiguiendo productos mejor terminados y de mayor utilidad.
Los hallazgos de Emilio
Redondo y los estudios y excavaciones derivados de los mismos nos permiten
tener hoy un buen conocimiento de la Prehistoria en Urbasa y Améscoa.
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