En este
valle se cometieron a partir del golpe militar de 1936 multitud de actos
represivos. Represión aplicada a vecinos no combatientes, lejos del frente
militar. Represión, siempre delictiva, que fue desde la multa al asesinato y se
les aplicó exclusivamente por su ideología.
Y
fueron responsables de esa represión, por su autoría, inducción, aprobación o
consentimiento de esos delitos, otros vecinos o residentes en este valle.
Los
crímenes y delitos se ocultaron en principio, se pretendieron justificar más
tarde y se tratan de silenciar ahora. Los victimarios ni sus cómplices, no
fueron nunca denunciados, nunca juzgados, nunca condenados.
No
repararon los daños que causaron, no mostraron arrepentimiento público, ni
pidieron perdón a sus víctimas.
Entendemos
que es necesario pasar página, pero no es posible hacerlo sin haber leído esa
página que, para ser leída, ha debido ser escrita, y, para ser escrita, han
tenido que investigarse a fondo y esclarecerse los hechos ocurridos.
Solo así respondemos a ese derecho imprescriptible que tienen las víctimas y los pueblos a la VERDAD.
(Fragmentos de la Declaración Institucional aprobada por cada uno de los cuatro ayuntamientos amescoanos en sesión de pleno municipal. Primavera de 2017)
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